Fuente: Madrid/Geoscopio
Esta instalación, la primera de las doce de este tipo contempladas en el Plan de Residuos de Construcción y Demolición, permitirá la reutilización de áridos, así como la recuperación para su reciclaje de materiales férricos, derivados de madera y plásticos.
La planta está diseñada para tratar hasta 400.000 toneladas al año de residuos inertes, con el objetivo de recuperar materiales de construcción para su reciclaje. Los áridos obtenidos, tras un proceso de separación de otros materiales, y molienda y criba, podrán ser utilizados para terraplenes, rellenos o mejora de caminos rurales.
Además, en la planta se llevará a cabo la separación de materiales no inertes que suelen acompañar a los materiales de construcción, como maderas, hierros o plásticos, para su reciclaje o reutilización, así como aquellos residuos orgánicos que puedan llegar junto con los escombros.
Para ello, se realizará una clasificación manual de los materiales recuperables y un tratamiento individual para cada uno. Así. la madera se someterá a un proceso de trituración y eliminación de elementos férricos para obtener un subproducto muy demandado por las fábricas de aglomerado; mientras que los materiales metálicos serán separados de los escombros mediante un pulpo-grúa, en el caso de los más voluminosos, y con un electroimán, para aquellos de menor envergadura, como clavos o cerraduras.
Por su parte, el depósito ocupará una superficie de 277.054 metros cuadrados y recibirá la fracción de materiales que no haya sido posible recuperar en la planta de tratamiento. La futura instalación será sometida a una serie de medidas correctoras para evitar afecciones al medio ambiente. Así, por ejemplo, contará con un sistema de ciclones de aspiración y un sistema de riego para evitar la emisión de polvo. Los vertidos de agua a la tierra serán nulos, ya que las aguas pluviales y las procedentes de la depuradora de la planta se almacenarán en un depósito para el riego de zonas ajardinadas.
El Plan de Gestión Integrada de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), surgió con objeto de paliar la actual situación en la que de los diez millones de toneladas al año de RCD que se producen en la región, sólo se recicla el 1%. Este Plan se basa en los principios de prevención, reutilización y reciclaje, como aspectos prioritarios frente al vertido, y establece la gestión de este tipo de residuos como servicio público. Entre los objetivos, se plantea la reducción en un 10 por ciento de la cantidad de RCD generados para el año 2006.
El Plan prevé la creación de doce infraestructuras para el tratamiento de residuos y su depósito -como la que hoy se inicia-, así como seis estaciones de transferencia. Además, establece la obligación para los constructores de depositar una fianza en los ayuntamientos, preceptiva para obtener la licencia municipal, con el fin de garantizar la gestión adecuada de los escombros que generen las obras.
Con estas herramientas, la Comunidad pretende reciclar como áridos aptos para construcción un tercio de los RCD que lleguen a las plantas, así como separar, para su tratamiento y posterior reciclaje o reutilización, aquellos materiales que suelen acompañar a los de construcción y que representan una quinta parte de las entradas a planta.
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